La ingesta adecuada de agua es importante para la salud en general, ya que el agua es esencial para muchas funciones del cuerpo. En lo que respecta a la pérdida de peso, el agua puede ser particularmente útil de varias maneras:
El agua puede ayudar a controlar la ingesta de calorías. A veces, cuando las personas sienten hambre, en realidad pueden tener sed. Beber un vaso de agua antes de una comida puede ayudar a reducir la cantidad de alimentos consumidos, lo que puede llevar a la pérdida de peso con el tiempo.
El agua puede aumentar el metabolismo. Beber agua fría puede hacer que el cuerpo queme calorías adicionales, ya que trabaja para calentar el agua hasta la temperatura corporal. Además, mantenerse hidratado puede ayudar a mantener el metabolismo funcionando eficientemente, lo que también puede ayudar en la pérdida de peso.
El agua puede ayudar a eliminar toxinas del cuerpo. Cuando el cuerpo está correctamente hidratado, puede funcionar de manera más eficiente para eliminar productos de desecho, incluido el exceso de grasa.
El agua puede ayudar a reducir la sensación de hambre y aumentar la sensación de saciedad. Por lo tanto, cuando bebes agua antes o durante una comida, es posible que comas menos, lo que también contribuiría a la pérdida de peso.
Estudios han demostrado que el aumento de la ingesta de agua se ha asociado con una disminución del peso corporal en niños y adultos obesos, con sobrepeso y normales. Además, beber 500 ml de agua antes del desayuno o de una comida hipocalórica reduce la ingesta de energía y aumenta la pérdida de peso.
Es importante tener en cuenta que si bien el agua puede ser una herramienta útil en la pérdida de peso, no es una solución mágica. Beber agua por sí sola no conducirá a una pérdida de peso significativa sin otros cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Fuentes: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4901052/
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